En los últimos años, la IA se ha convertido en una parte integral de nuestras vidas, está moldeando la forma en que pensamos, actuamos y tomamos decisiones. Sin embargo, esta creciente dependencia también plantea riesgos importantes que no deben ignorarse.
Las redes sociales han abierto nuevas vías para formas de violencia que antes no existían y aunque el problema ocurre en el espacio digital, las consecuencias son extremadamente tangibles en el mundo físico.